Los múltiples beneficios que tiene el ejercicio físico para nuestra salud y estado físico ya son, en general, muy conocidos, pero lo que no siempre se tiene en cuenta es que el deporte también influye en nuestro cerebro activándolo y mejorando su rendimiento más de lo que pensamos.
Cuando realizamos deporte nuestro corazón bombea más sangre a todo el cuerpo, siendo una de las partes del cuerpo que se beneficia el cerebro. De esta forma llega más oxígeno al cerebro haciendo que nuestra mente se despeje y así permite que se fijen mejor nuestros recuerdos y memoria. Del mismo modo, también se beneficia nuestro aprendizaje.
Mantenernos activos mejora nuestros reflejos y la velocidad de reacción ante un estímulo y así, nos mantiene alerta y motivados a la hora de pensar; refuerza las conexiones entre las neuronas, las refuerza y las hace más eficaces ayudando así a nuestro aprendizaje y memoria; y ayuda al desarrollo de nuevas células nerviosas en el hipocampo, área relacionada con la memoria y el aprendizaje.
En un mundo regulado por el tiempo y las rutinas de cada día, y por la presencia de un estrés diario, realizar deporte no ayuda a relajarnos, sentirnos más enérgicos, atentos y frescos, y, de esta forma, obtener mejores resultados en nuestras actividades. Otro de sus beneficios es que ayuda a nuestra concentración, simplemente realizando actividades tan simples como caminar.
Por si alguno no lo sabía, realizar deporte produce el llamado "Runner's High" o euforia del corredor. Esto significa que realizar ejercicio moderado te hace sentir más eufórico y animado.
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