Ir al contenido principal

Alimentación en la tercera edad

La ancianidad es el periodo de la vida resultado del proceso natural de envejecimiento. El envejecimiento no se da igual en todas las personas, por lo que es difícil establecer el inicio de esta etapa solamente en función de la edad. Pero como referencia, se considera anciana una persona que supera los 65 años.

El envejecimiento se caracteriza por una serie de cambios, tanto físicos como mentales, en el organismo y por la pérdida progresiva de una buena función de los tejidos y órganos a lo largo de la vida.


Los cambios físicos son consecuencia del propio deterioro del organismo, entre los que destacan la pérdida de masa muscular, la disminución de densidad ósea, reducción de la movilidad, pérdida de piezas dentales...

Como consecuencia, estos cambios influyen en la capacidad de alimentarse. El deterioro del aparato digestivo retrasa la digestión y absorción de los alimentos y el deterioro de la dentadura dificulta la masticación y deglución de los alimentos.

Esto provoca que los ancianos tengan que adaptar su dieta en función de su estado, eligiendo alimentos fáciles de tragar y digerir, y que aporten los nutrientes necesarios.

Comentarios