Con adulto maduro nos referimos a aquel hombre o mujer con edad comprendida entre 40-65 años. En esta etapa las personas experimentan un aumento de masa grasa y una disminución de masa muscular, ambas debido principalmente a la disminución de actividad física, además de la pérdida de masa ósea. En este período encontramos diferencias entre ambos sexos.
Por un lado, en las mujeres se produce la menopausia debida a la disminución en la producción de estrógenos en los ovarios. Esta disminución produce atrofia vaginal, aumento de grasa abdominal, disminución de masa muscular, elevación del colesterol y aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, los hombres sufren la andropausia, período crítico masculino en el que desciende el nivel de andrógenos, se reduce progresivamente la actividad de las glándulas sexuales que producen la testosterona. Esta pérdida de testosterona hace que disminuya la fuerza, la solidez de los huesos, gran parte de la masa muscular o los impulsos sexuales entre otras cosas.
Pero hay otros cambios físicos que se producen en ambos sexos, como la pérdida de turgencia de la piel, dolores musculares, caída del cabello, problemas, generalmente, leves en la visión asociados a la edad o problemas artríticos. También pueden aparecer enfermedades cardiovasculares, vasculares cerebrales, pulmonares, de hipertensión, diabetes o cáncer.
Aunque muchos de estos cambios son inevitables, un cambio en el estilo de vida puede ayudar a retrasarlos o que no se vean tan acentuados, evitando factores de riesgo como la obesidad, el tabaco, el alcohol, el estrés o el sedentarismo.
En esta etapa la alimentación deja de centrarse tanto en evitar enfermedades por deficiencia, a ser más importante en la defensa contra los trastornos crónicos. Así, como recomendaciones generales, se debe disminuir la cantidad de sal que se utilice para cocinar, el consumo de azúcar, consumir grasas saludables (evitando las grasas trans y saturadas), consumir alimentos de origen animal bajos en grasa, 5 porciones al día de entre frutas y verduras, arroz y frijoles (ambos son la base de nuestra alimentación), y algo importantísimo tomar abundante cantidad de agua diariamente.
Es imprescindible realizar ejercicio físico para ayudar a estar más saludables. Este depende del tipo de persona y el ejercicio físico al que este acostumbrado, pero actividades simples como clases de baile, pilates, natación, o el simple hecho de caminar o llevar de paseo a su mascota (si se tiene) durante una hora diaria pueden ayudar notablemente a nuestra salud.
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